viernes, 30 de diciembre de 2011

''Más que una simple amistad.'' Capítulo 28.

Al mediodía, nadie hablaba, ni Louis, que solía ser el que animaba el ambiente. Todos estaban apenados por la marcha de Katy y Lisa, y por mucho que intentasen sonreír, no podían. Iban a ser unos malos tiempos para todos, pero sabían que sus vidas eran así y que tarde o temprano la hora llegaría.

-Y.. a que hora sale el vuelo? –Preguntó Zayn, para sacar un tema de conversación.
-A las 5 de la tarde. –Contestó una fría Katy.
-Am.

Después de comer, recogieron las cosas y las chicas las lavaron mientras los chicos se tumbaban en el sillón a ver una película, quizás la última que verían todos juntos.

-Chicas, os echaré de menos. –Dijo Ashley mientras le pasaba un plato a Lisa para que ésta lo secase.
-Y nosotras a ti Ash, pero volveremos, lo prometo.
-Eso espero Katy, eso espero..
-Nos vamos ya a ver la película? Quiero estar más tiempo con Niall..
-Chicas, yo subiré a la habitación, si no os molesta..
-Claro que no cariño, sube y descansa.

Ashley y Lisa se fueron al salón junto con los chicos. Ashley se sentó en el suelo mientras recibía mimos de parte de Zayn. A su vez, Lisa se sentó al lado de Niall, quien la tapó con las mantas y le pasó un brazo alrededor de sus hombros.

-Te quiero. –Le susurró éste al oído.
-Y yo Niall, y yo.

Harry, que estaba a su lado, no evitó derramar una lágrima al ver esa escena. Aún por encima, la película que estaban viendo era Love Actually, y cada vez sentía ganas de gritar, de llorar, de correr a su habitación abrazarla y decirle cuanto la quería, pero no, no podía, por que sabía que si lo hacía, empeoraría las cosas.

Katy subió las escaleras y se encerró en su habitación. Cogió los cascos y se puso a escuchar música de su iPod. ‘Cold coffee’  de Ed Sheeran. Cerró los ojos y a su memoria le vinieron los recuerdos de la dulce voz de Harry despertándola, cantándole un simple trozo de esa canción, pero que para ella adquiría un significado precioso. Poco a poco, una lágrima deslizaba por su mejilla, pero decidió limpiársela, no quería llorar, no ahora.
Se giró lentamente, y en la mesilla de luz, junto a la carta y la foto enmarcada que tenía Harry, se hallaba un trozo de papel en blanco y un bolígrafo. Sin pensárselo dos veces, lo cogió y comenzó a escribir una carta de despedida.

Querido Harry:

En estos momentos probablemente estés viendo la televisión, haciendo palomitas o escuchando música. O también puedes estar pendiente del móvil, de si te llamo o no. Viendo nuestras fotos en el ordenador, recordando aquel precioso día en la cabaña, sonriendo al pensar en todo lo que hemos vivido. O quizás, estás leyendo esto. Sinceramente, no sé qué estás haciendo en este preciso momento. Ahora mismo, te estarás preguntando ¿qué hace Katy escribiéndome una carta? Es simple, sé que discutimos, sé que te grité, que me hiciste llorar y que lloraste tú también. Sé que estas igual de dolido que yo, y que esta herida tardará mucho tiempo en curar, pero también sé que el amor que tenemos el uno hacia el otro, tanto como amigos o como pareja, es más grande y más fuerte que todo esto. Me encantaría que me acompañases al aeropuerto, que estuvieses ahí en los últimos minutos, pero es tu decisión y yo no soy quien para decirte lo contrario. Me da igual que sea el final de esta relación, por mi como si es el final de una película, de un libro, o incluso del fin del mundo, mis sentimientos hacia ti no cambiarán por nada. Y si no quedó claro aún, escribo esta carta para despedirme, para desearte buena suerte en el tour y que triunfes como solo tú sabes hacer. Que subas a cada escenario con una sonrisa y que bajes de él más contento aún, y que con un simple ‘hola’ hagas feliz a millones de personas. Ahora, puedes romper esta carta, tirarla a la basura, quemarla, arrojarla por la ventana.. hacer lo que te de la gana, lo único que quiero es que recuerdes para siempre las últimas palabras que aparecerán en esta carta.

Con cariño,
Katy.

P.D.: Te quiero.

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