Al salir al jardín, me encontré a Harry haciéndole cosquillas a Anne y ésta, intentando escapar de él.
-ANNE MARIE, QUÉ ES ESTO?
-Em ayúdame, sabes que las cosquillas son mi punto débil!
-Claro que te ayudaré... -Me acerqué a ellos, cogí a Anne por las piernas y le saqué los tenis.
-Em, qué haces? -Me preguntó Harry.
-La zona en la que Anne tiene más cosquillas, es en los pies. Elemental, querido Styles.
-No, Em me dijiste que me ibas a ayudar..
-Claro.. A HACERTE MÁS COSQUILLAS. -Comencé a hacerle cosquillas por los pies mientras Harry se las hacía por la barriga. Después de varios minutos paramos de hacerlo y Harry se fue con los chicos, de manera que Anne y yo nos quedamos a solas.
-Bueno señorita, qué hace usted tan juntita a Harry?
-Verás, la llamada fue de.. ya sabes, ni si quiera quiero mencionarlo.
-Te entiendo, qué paso?
-Pues que me empezó a decir que como era capaz de defenderte y bueno, ya sabes, todo eso, así que me cansé de él y le dejé las cosas claras.
-Vale, pero eso no explica el por qué de que te lleves tan tan bien con Harry.
-Ah eso.. -noté como se sonrojó un poco- pues se acercó y me dijo que había escuchado la conversación y bueno, nos presentamos, le conté la historia, me apoyó y nos fuimos contando cosas y pues.. ya ves.
-A Anne le gusta Harry, a Anne le gusta Harry!
-NO! recién lo conozco.
-Pero admite que te atrae, admítelo Annie! Te conozco.
-Ay Em! Bueno, un poco..
-Lo sabía!
-Chicas, venís? -Dijo Niall desde la puerta. -Vamos a hacer sesión de pelis y palomitas!
-Si, claro! -Gritó Anne antes de echarse a correr.
Entramos en el salón y estaban todos. Niall Zayn y Louis estaban sentados en un sillón para tres. Liam estaba sentado en un sillón para dos, y me indicó que me sentase a su lado. Y por último Harry estaba sentado en un sillón para una sola persona.
-Y yo donde me pongo? -Preguntó Anne, mientras yo me sentaba.
-Tú en el suelo! -Gritó Zayn, de forma cariñosa.
Anne se sentó y yo me acurruqué al lado de Liam. Al rato noté como Harry acariciaba el pelo de Anne y le indicaba que se sentase encima de sus piernas. Ella le hizo caso y acabaron acurrucados en un pequeño sofá. Una voz me sacó de mis pensamientos.
-Cuando todos se vallan a dormir, te espero en la terraza, no te olvides.
Levanté un poco la cabeza y allí estaba esa preciosa sonrisa inconfundible. En un segundo miles de mariposas recorrieron mi estómago y no evité sonreír.
(Heeermosas! No os preocupéis, que mañana subo cap en ''Más que una simple amistad'')
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