domingo, 11 de diciembre de 2011

''Alma gemela'' Capítulo 2.

Era él, el que gritó hace un rato. Me quedé callada, sin poder mirarle. 
-No hablas? Muy bien... para qué necesitas las cuchillas? 
No sabía qué decir, así que solamente estiré la mano para entregarle el paquete. El me miró confundido y cogió el paquete, pero se fijó en las marcas de mi mano.
-Valla, una chica no tendría que hacer esto.
-No me conoces, no sabes mi historia. -Dije, por fin. Le miré, era muy guapo. Pelo rizo, ojos verdes, sonrisa preciosa...
-Me gustaría saberla, pero no te presionaré. No es forma de presentarme como el vecino que cuchichea cosas de su vecina. Bueno, me llamo Harry, encantado.
-Me llamo.. Emily. Vamos a ser vecinos?
-Eso parece, tu yo, y mis 4 amigos.
-Am... 
-Bueno, quieres venir a mi casa? Así te presento al resto!
Sin darme cuenta, ya estábamos fuera del supermercado.
-Em, bueno, vale..
Fuimos caminando hasta su casa. Al entrar, había 4 chicos sentados en un sofá. Uno era rubio y de unos ojos preciosos, otro era moreno y con unas pestañas increíbles. Había otro con el pelo marrón liso y con flequillo, y unos ojos azules preciosos. Y por último uno alto, con el pelo corto y un lunar en el cuello en forma de corazón.
-Chicos, esta es Emily, nuestra vecina. Emily estos son Niall, Zayn, Louis y finalmente Liam.
Cada uno me fueron saludando con dos besos y un abrazo.
-Valla, tenemos una vecina muy guapa! -Dijo Liam.
-Gracias.. -Me sonrojé un poco. -Harry, yo me voy a casa.. -Dije guardándome la bolsa en el bolsillo.
-Por qué no te quedas con nosotros a tomar algo? -Preguntó Niall.
-No en serio, tengo muchas cosas que hacer.. 
-Está bien, adiós Emily!
Me despedí de ellos y salí de aquella casa. Al llegar a la mía, subí a mi habitación y me encerré en el baño. Abrí la caga y saqué una cuchilla. Comencé a recordar todos los momentos que viví desde que llegué aquí, y a cada insulto más fuerte apretaba la cuchilla contra mi fina piel. A los pocos minutos el lavabo estaba manchado por sangre. Decidí dejarlo, estaba cansada. Me puse vendas al rededor del brazo para no mancharme la ropa y limpié el lavabo y salí de mi habitación. Tocaron el timbre y bajé a ver quien era. Abrí la puerta y allí estaba él, con sus ojos marrones y su sonrisa preciosa.
-Hola, me preguntaba si tenías cuchillas de tu padre o algo.. es que Harry se olvidó de comprar.
No, no se olvidó. Las compré yo.
-Si claro, pasa.. Liam, verdad?
-Si. -Sonrió.
Subí a por las cuchillas y se las dí. No las cogió y se quedó mirando mi brazo. Sí, tenía la manga remangada y sí, se veían las vendas llenas de sangre.
-Por qué lo has hecho?
-Es dificil de explicar.. no lo entenderías.
-Si, si que lo haría.. pasé por eso.
-También lo hacías?
-No pero, sufrí acoso escolar y a veces quería hacerlo.
-Esa es la razón por la que lo hago.
-Pues cuentame tu historia y yo te cuento la mía.
Nos sentamos en el sofá y le conté mi historia. Al principio no quería dar detalles, pero poco a poco comencé a llorar y a descargar toda mi pena. Me sentía a gusto hablando con él, me escuchaba y estaba atento, y eso se agradece. 
Me abrazó mientras lloraba y me susurraba cosas para que me tranquilizase. Una vez que estuve mejor, me contó su historia. De como unos chicos lo amenazaban, le pegaban, le hacían la vida imposible y él no se lo contó a nadie. De como tenía que superar día a día esas cosas, hasta que les plantó cara y no se volvieron a meter con él.
-Tienes que ser fuerte Emily, tienes que plantarles cara, y lo más importante: no tienes que desperdiciar la bonita vida que tienes.
-Gracias Liam, en serio, nunca nadie me había dicho cosas tan bonitas o me había comprendido.
-Prométeme una cosa.
-Dime.
-No volverás a hacer esto. -Dijo señalando a mi brazo.
-Te lo prometo. 
-Bien. 
-Como es que estás aquí?
-Oh, vivo aquí. Bueno, vivía.
-Y la casa es tuya? 
-Si, de mis padres, pero no están y me traje a los chicos para no estar solo.
-Interesante.
-Bueno, creo que tengo que irme, me das las cuchillas?
-Claro! Toma. 
-Gracias. 
Lo acompañé hasta la puerta y me despedí de él.
-Hasta mañana Emily. -Me dio un beso en la mejilla.
-Hasta mañana Liam.

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