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No tenía ni idea de a donde llevarla, quería que fuese algo especial, pero estaba en blanco. Cogimos un taxi y le pedí que nos dejase cerca del lago, era el primer sitio que se me ocurrió.
-Niall estás bien?
-Si.. bueno, no.
-Qué te pasa cariño? -Giró mi cara con suavidad, quedando enfrente mía. No aguanté y la besé, fue algo que no esperaba de mi, pero para mi sorpresa me siguió el beso.
-Wow, eso era lo que te pasaba?
Reí nerviosamente.
-No, es que no sé donde llevarte.. quiero que sea algo especial..
-Me da igual donde me lleves, con que esté contigo es suficiente.
Bajamos del taxi, le pagué y éste se fue. Miré para ambos lados y le cogí de la mano.
-Tengo un idea.. -Tiré de ella. Comenzamos a correr desesperadamente.
-Niall! Para! Donde me llevas?
-No te lo diré!
-Pero por favor para de correr! Me estoy cansando!
Paré y seguimos caminando cogidos de la mano. Tenía la idea perfecta. Poco a poco nos fuimos acercando al lago hasta que llegamos a un puesto en donde podías pedir un barco con remos para ir por él.
-Hola, podríamos coger uno?
-Claro, para cuantas personas?
-Dos.
-Son 10 libras.
-Tome.
-Aquí tiene su barco, disfruten del viaje.
Subimos y comenzamos a remar.
-Lo siento Lisa, sé que es una cutrada, pero es lo primero que se me ocurrió. Te mereces más que esto..
-Ey Niall, es más de lo que pedía. Con una tarde de pelis y palomitas me servía, y estoy aquí, dando un paseo en barco por el lago contigo, qué más se puede pedir?
-Una cena romántica esta noche.
-Podría pedirlo.. pero como te digo, prefiero pelis y palomitas.
-Me sorprende lo sencilla que eres Lisa. Cualquier chica hubiese aceptado la cena, y esto le hubiese dado asco. Supongo que tú no eres cualquiera.
-No es eso. Yo no te veo como Niall Horan el chico de One Direction. Te veo como Niall un chico irlandés que está dando un paseo conmigo en Londres.
-Me ves como un amigo?
-No.
-Me ves como un hermano?
-No.
-Como me ves?
Se sonrojó y bajó la mirada. Dejé de remar y me acerqué a ella. Le cogí de la barbilla y la obligué a mirarme a los ojos.
-Niall, yo también te quiero.
Me acarició el pelo y acercó su cara más a la mía. Rozó mis labios y cerré mis ojos. Una leve brisa soplaba entre nosotros y noté como su pelo rubio me hacía cosquillas en el cuello. Juntó sus labios con los míos y nos fundimos en un bonito beso. Aquello parecía una postal; Dos personas que se quieren, besándose en una barca en medio de un lago. Algo bonito de recordar, sin duda alguna. Nos separamos y seguimos remando. Después de una hora llena de bromas y miradas, decidimos bajar e ir a comer algo.
-Donde quieres ir a comer Lis?
-Me apetece... NANDO'S.
-Te gusta Nando's? -Dije sorprendido.
-Claro! A ti también?
-Como no! Venga vamos!
Por suerte había un Nando's cerca, así que no tardamos mucho en llegar. Entramos y cogimos una mesa un tanto apartada, para tener más intimidad. Nos sentamos y comimos hasta reventar. Luego salimos y compramos un helado en una heladería que hay cerca y nos sentamos en un banco de un parque, con un montón de niños al rededor.
-Niall, tienes un poco de chocolate aquí.. -Dijo señalándose el labio. Se acerco y me lo sacó con un beso.
-Sabes que para besarme no hace falta que pongas escusas.
-No era una escusa, pero lo tendré en cuenta.
Seguimos comiendo nuestro helado, y al acabarlo se apoyó en mi hombro mientras yo le acariciaba el pelo.
-Te imaginas tener uno de estos correteando por casa? -Pregunté inconscientemente.
-Niall? Ni si quiera estamos saliendo y ya hablas de casas e hijos? Oh Dios..
-No te estreses cariño, tenemos todo el tiempo del mundo..
-Me saldrán canas antes de tiempo, yo ya lo estoy viendo.. 25 años y haciéndome el tinte.
-Pero si eres rubia! No se te va a notar!
-Oye sabes qué? Parecemos hermanos.
-Lis, los hermanos no se besan..
-No me refería a eso idiota! -Me dio un pequeño golpe. -Pero míranos, los dos somos rubios y tenemos los ojos azules..
-Tienes razón..
-Dah, te seguiré besando aunque la gente piense que somos hermanos. -Dicho eso me besó.
Pasamos la tarde sentados en aquel banco, hasta que comenzó a oscurecer y cogimos otro taxi para volver a casa. Una vez allí nos encontramos con la puerta cerrada. Abrimos y Lisa se dirigió a la cocina.
-Eres peor que yo, y eso que yo como mucho.
-Cállate tonto! Quieres palomitas?
-A ver si adivino, palomitas y pelis?
-Claro! Y mantas!
-Y besos y abrazos.
-También. -Me dedico una de sus preciosas sonrisas mientras sacaba las palomitas del microondas y las colocaba en un bol grande. Yo fui a por varias películas y coloqué una de risa.
Nos sentamos los dos abrazados y con el bol de palomitas en nuestras piernas. Nos arropamos con las mantas y le dimos al Play.
En toda la película no paramos de reir, y de vez en cuando nos atragantábamos con las palomitas. Mientras cogíamos palomitas, nuestras manos chocaron dentro del bol, e inmediatamente entrelacé nuestros dedos, aún estando bajo palomitas. Me miró y sonrió. La besé y junté nuestras narices.
-Te quiero irlandés.
-Yo más, pequeña.