viernes, 17 de febrero de 2012

MARATÓN ''Más que una simple amistad.'' Capítulo 40.

Hace mucho que no veo a Lisa y ya la echo de menos. Quiero estar cerca suya, y abrazarla en todo momento. Ya que aplazaron el concierto para mañana, aprovecho este día libre para hacerle una visita, digamos que una sorpresa.

Son las 6 y yo ya estoy listo para coger el tren e ir hasta Holmes Chapel para verla, tan solo me hace falta paciencia.
Mientras espero a que llegue el tren, me entretengo mirando fotos nuestras en el móvil hasta que escucho el ruido tan característico. Ahí está el tren. No lo dudo ni dos segundos y me subo.

El camino fue realmente aburrido, pero cada vez que pensaba que iba a verla dentro de poco me entusiasmaba más y no me parecía tan largo. Al cabo de 2 horas aproximadamente llego a Holmes Chapel y cojo un taxi para que me deje en su casa.

Ding-dong. Llamo al timbre y me escondo detrás de un ramo de flores que le compré de camino a su casa. Noto como unos pasos se acercan a la puerta y la abren.

-Eh.. hola?
-…
-Quién eres?
-…
-Oye no estoy para tonterías, son las 8 y tengo que ir al instituto, me vas a decir quien eres?
-…
-Muy bien, adiós.

Ding-dong.

-Pero se puede saber q—
-Buenos días princesa, me echaste de menos?
-Niall- susurró. –NIALL!

En pocos segundos noto como me abraza. Echaba de menos esa sensación, tenerla entre mis brazos, protegerla.

-Qué haces aquí?
-Hoy se suspenden las clases. Nada de matemáticas o inglés.
-Pero, por qué?
-Hoy toca viaje con Niall Horan.
-Entonces pasa, desayuna algo si quieres mientras yo me cambio.
-Y tus hermanos?
-Mi hermana se fue a trabajar, y Tom está buscando trabajo. Ahora vengo!

Mientras ella se vestía dejé las flores en un jarrón con agua y comí un par de galletas. Sinceramente tenía hambre, solo me comí una barrita al salir del tren.
A los pocos minutos bajaba Lisa más guapa que nunca.

-Oh Lis.
-Anda calla rubito.
-Vamos?
-Claro! Pero a donde?
-Ah, eso es sorpresa.
-No me gustan las sorpresas…
-Lisa..
-Vale, pero dame pistas.
-No, te aguantas, hasta que lleguemos a donde tengamos que ir nada.
-Malo.
-Fea.
-Tonto.
-Idiota.
-Leprechaun.
-Te pasaste.
-Anda besame, que desde que llegaste no me diste ni un mísero beso.

Me acerqué lentamente a ella, agarrándola por la cintura. Junté nuestras frentes y poco a poco me fui acercando hasta rozar nuestros labios, y cuando me quise dar cuenta estaba besándole, como hacía hace un mes. A continuación salimos por la puerta. ¿El destino? Un sitio especial, demasiado.

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